La tensión superficial es un fenómeno que se presenta en la superficie de los líquidos en general, y del agua en particular, en la interfase líquido-gas. Las fuerzas atractivas intermoleculares son las responsables de dicha tensión superficial. Estas fuerzas han de considerarse a la hora de realizar el diseño y la construcción de piscinas y atracciones acuáticas.

En el interior de una masa de agua, donde cada partícula está rodeada por otras iguales, las fuerzas intermoleculares son simétricas y su resultante es nula. No ocurre lo mismo en la interfase agua-aire. Por un lado, las partículas están afectadas por las fuerzas atractivas del agua, y por el otro, las fuerzas actuantes son las atractivas del aire. Así, la resultante de fuerzas no es nula y por tanto no hay equilibrio entre ellas. Como consecuencia, en la superficie del agua se desarrolla un campo tensional, cuya resultante equilibra la diferencia de fuerzas internas. Ese campo tensional se denomina tensión superficial. Con ella, la superficie del agua se comporta como una membrana tensa y presenta una curvatura imperceptible.

Figura 1

Figura 1: Rotura de la tensión superficial mediante surtidores de agua en la zona de caída de una piscina de saltos.

Desde el punto de vista del diseño y la construcción de piscinas y atracciones acuáticas, la tensión superficial debe tenerse en cuenta en aquellas destinadas a saltos, como por ejemplo los estanques y las pozas de los parques de Canyoning, en los que se realizan actividades de barranquismo. En estas piscinas y atracciones acuáticas será recomendable romper la lámina de tensión superficial para suavizar la entrada al agua de los saltadores. Para conseguirlo basta con orientar surtidores de agua a la superficie de la piscina o la atracción acuática en la zona de caída.

Figura 2: Rotura de la tensión superficial mediante surtidores de agua en la zona de caída de una piscina de saltos.

Por Luis Llor, ingeniero hidráulico sénior en el Dpto. de Arquitectura de Amusement Logic