Una de las tendencias más destacadas de los últimos años en instalaciones de ocio, turismo y entretenimiento es la integración de tecnología para las experiencias inmersivas, como la realidad virtual (RV) y la realidad aumentada (RA). Estas han dejado de ser conceptos de ciencia ficción para convertirse en atracciones habituales en parques temáticos, centros comerciales, ferias, eventos, centros de entretenimiento familiar y otras instalaciones para el ocio. La inteligencia artificial (IA), por su parte, ha venido a sumarse a la RV y la RA para hacer de las experiencias inmersivas vivencias más emocionantes y personalizadas.
Algunos ejemplos los encontramos en las salas de escapismo, en los conciertos que se desarrollan en el metaverso, o en gimnasios que combinan ejercicio con experiencias de juego. Pero también existe una tendencia particular en la concienciación ambiental mediante estas tecnologías de inmersión. Una de esas aplicaciones es la exploración de ecosistemas virtuales altamente detallados.
Con la RV y la RA aplicadas en la exploración de ecosistemas experimentamos la sensación de encontrarnos en medio de la naturaleza, y aprendemos sobre biodiversidad y conservación. Pero también podemos asistir a simulaciones interactivas con el objetivo de aprovechar actividades educativas sobre sostenibilidad, ecología y medio ambiente. O realizar talleres de educación ambiental, con experiencias prácticas que combinan lo físico y lo virtual.

Las atracciones y actividades para el bienestar físico y mental también experimentan una transformación gracias a las tecnologías inmersivas. No solo en gimnasios, como decíamos, también los spas adoptan sistemas de RV con el fin de crear entornos personalizados para, por ejemplo, realizar rutinas de ejercicio en paisajes virtuales, ya sea en la paz de una montaña o en una estimulante ciudad futurista.
Otros espacios de ocio, como cines al aire libre o plazas urbanas, incorporan proyecciones inmersivas y espectáculos interactivos. De esa manera, proporcionan experiencias entre lo real y lo virtual, actividades que atraen a un público ávido de novedades. Un ejemplo tangible de este tipo de experiencias nuevas lo hallamos en la atracción Hysteria in Boothill de PortAventura World.
Hysteria in Boothill utiliza una tecnología de realidad mixta que combina elementos físicos y virtuales en tiempo real. Los visitantes interactúan con el entorno real, mientras perciben componentes del mundo virtual a través de gafas de computación espacial Meta Quest 3. Esta fusión de realidad y ficción produce emociones intensas. Y siembra en el público de los parques temáticos nuevas expectativas de ocio.
Por Tianshu Liu, arquitecta sénior en el Dpto. de Arquitectura de Amusement Logic