La tematización, un proceso meticuloso de diseño de ambientes envolventes, alcanza cada rincón de un parque temático; arquitectura, música, gastronomía… hasta el más mínimo detalle es importante para conseguir esa atmósfera única que garantiza una experiencia auténtica a visitantes y turistas.
La arquitectura es el lienzo sobre el que se establece el hilo narrativo que transporta a esos visitantes y turistas a diferentes épocas y lugares. En Disneyland, por ejemplo, el castillo es un elemento emblemático, epítome de la tematización y de la magia de los cuentos de hadas.
La música, tan importante como la arquitectura, es un hilo invisible que conecta casi inconscientemente al público con la experiencia temática. En Universal Studios, por ejemplo, la zona titulada The Wizarding World of Harry Potter se ambienta con la música épica, distintiva de la franquicia. Con ella, los visitantes y los turistas se ven inmersos en el mundo mágico de Hogwarts, incluso antes de que aborden las atracciones.
La gastronomía que ofrece el parque temático en sus restaurantes y bares representa una dimensión más de la tematización. Tenemos un ejemplo en el área conocida como Adventureland, de Disneyland. En ella, visitantes y turistas disfrutan de bocados aderezados y creados de acuerdo con la tematización general, como los famosos Dole Whips, o los helados con la forma de Mickey Mouse.
Y los pequeños detalles visuales también contribuyen a la autenticidad de la experiencia de un parque temático. Farolillos estratégicamente situados, señalización con diseño específico tematizado, etc., cada elemento contribuye al propósito narrativo y añade capas de detalle a la atmósfera circundante. En el parque temático de Harry Potter, de los estudios Warner Bros., los visitantes y turistas se encuentran con representaciones de criaturas mágicas en los carteles y la señalética.
Los parques temáticos se convierten así en escenarios donde la imaginación se encuentra con la realidad, y la magia reside en cada pequeño detalle que encanta, emociona y deja una memoria indeleble en la conciencia del público.
Por Manuel Ginés, arquitecto sénior en el Dpto. de Arquitectura de Amusement Logic