La conocida como Catedral de Justo, ubicada en Mejorada del Campo, Madrid, España, es una estructura de grandes dimensiones que emula la majestuosidad de las catedrales clásicas. Justo Gallego, su arquitecto, inició la construcción de la catedral el 12 de octubre de 1961 en un terreno agrícola propiedad de su familia. Dedicó a la obra monumental más de 50 años de su vida, hasta su fallecimiento.
Con un área de 4.740 m2, la catedral alcanza actualmente una altura de 35 metros. Posee todos los elementos característicos de una catedral tradicional, entre ellos la cripta, el claustro, los pórticos, las escalinatas, y hasta escaleras de caracol, entre otros.
La mayoría de los materiales que utilizó Justo Gallego fueron reciclados, tanto objetos cotidianos como desechos de construcción o de la cercana fábrica de ladrillos. Por ejemplo, utiliza bidones de gasolina viejos como moldes para las columnas, o botes de plástico rellenos de hormigón para los pilares. Y una simple rueda de bicicleta hace las veces de polea. Las formas de las bóvedas y la cúpula se logran con alambres reciclados convenientemente curvados, bajo una capa de hormigón aligerado. En cambio, la construcción de las cubiertas se realizó con chapas recicladas superpuestas.
Además de su valor como obra de arquitectura, la Catedral de Justo Gallego nos recuerda poderosamente la capacidad humana para producir significado a partir de recursos muy limitados. Su magnificencia no solo radica en su imponente presencia, sino también en la inspiradora historia de perseverancia y creatividad que representa.
Por Alberto López, ingeniero de estructuras sénior en el Dpto. de Arquitectura de Amusement Logic