El feng shui (literalmente «viento y agua» en chino) es una práctica milenaria arraigada en la tradición filosófica y espiritual taoísta china, orientada a la ocupación consciente y armónica del espacio, con el fin de lograr de él una influencia positiva sobre las personas que lo ocupan. Fundamentada a su vez en conocimientos de diversas disciplinas como geología, astronomía, meteorología, biología y geometría, se ejercita en diversos sectores de la arquitectura en China. La arquitectura residencial, pero también la arquitectura comercial o la destinada al ocio y el turismo, aplican los principios del feng shui. Por lo demás, ha sido adoptada en otros países, principalmente de Asia oriental.
El objetivo principal del feng shui es mejorar la energía vital, conocida como «Qi». Según esta práctica, la disposición y el diseño de los edificios influye en el Qi y, por tanto, en la salud, la prosperidad y el bienestar de sus ocupantes. Los siguientes son algunos de los factores positivos que el feng shui determina para mejorar el Qi en la arquitectura residencial:
-La presencia de agua y de montañas en el entorno, elementos considerados como el origen de la vida, favorece la energía positiva. Y la disposición más propicia es la que cuenta con agua al frente y las montañas detrás.
-La orientación sur ofrece mayor cantidad de luz y una temperatura más cálida en invierno, aspectos ambos muy positivos en arquitectura para favorecer la energía vital.
-Las geometrías equilibradas, sin espacios vacíos, y las dimensiones que faciliten su uso diario, evitan que la energía se estanque o, lo que es peor, se escape.
Respecto a la arquitectura del ocio y el turismo y de los espacios comerciales, en cambio, el feng shui establece los siguientes principios:
-La elección del lugar de emplazamiento, con los cuatro lados bien conectados, y una disposición interior sin obstáculos, juegan un papel crucial en la atracción y concentración del Qi.
-En interiores deben evitarse los elementos verticales lineales; son preferibles las formas no lineales para conservar la energía. Por otra parte, una iluminación cálida se asocia con la tierra y la vida, y es apropiada para lugares de descanso y relajación. Por el contrario, la luz fría se relaciona con el metal y la prosperidad.
Aunque muchas prácticas de feng shui no han sido verificadas científicamente, comparten con la arquitectura occidental el objetivo general de armonizar con el entorno y mejorar el bienestar de los ocupantes. De hecho, muchas de esas prácticas se aplican de forma racional en los diseños que produce.
Por Tianshu Liu, arquitecta sénior en el Dpto. de Arquitectura de Amusement Logic