Yeda, situada en el emirato de La Meca, región del Hiyaz, costa oeste de la península arábiga, es la segunda ciudad por tamaño de Arabia Saudí. Su puerto marítimo en el Mar Rojo, el más importante del país, es el segundo más grande y de mayor tráfico de Oriente Próximo (tras el de Jebel Ali, en Dubai). Su historia se remonta al menos hasta el año 647, cuando el califa Uthman lo designó como centro de viajes de los peregrinos musulmanes que se dirigían a la ciudad santa de La Meca, a solo 65 km en dirección este. El centro antiguo de la ciudad, anejo al puerto histórico de Bab Al-Bunt, fue declarado patrimonio de la humanidad por la UNESCO en 2014. Pues bien, recientemente se ha sabido que, por iniciativa de su alteza el príncipe Badr bin Abdullah bin Mohammed bin Farhan Al Saud, Ministro de Cultura de Arabia Saudí, con el apoyo del príncipe heredero y primer ministro S.A.R. Mohammad bin Salman bin Abdulaziz Al Saud, se proyecta un paseo marítimo que revitalizará el puerto de Bab Al-Bunt.

El proyecto forma parte de otro mayor de restauración del centro histórico de Yeda, anunciado en septiembre de 2021 por el primer ministro. Según explicó a la prensa local el ministro de cultura saudí, el paseo marítimo «se construirá de acuerdo con normas exigentes y sostenibles, e incorporará elementos culturales, históricos y medioambientales de todo Al Balad» (sobrenombre por el que los locales conocen el centro histórico de Yeda). Así, el proyecto «pondrá de relieve los monumentos históricos de Al Balad y realzará su presencia en un ecosistema urbano refinado y respetuoso con el medio ambiente, con zonas verdes naturales y vibrantes paseos junto al mar». Al mismo tiempo, el plan del paseo marítimo aprovechará «el patrimonio y los elementos culturales característicos del lugar para fortalecer la economía local, al tiempo que reordena el espacio urbano y lo convierte en un lugar ideal para vivir, trabajar y crear».

El proyecto, de dos años de duración, se llevará a cabo en tres fases. Durante la primera fase, se excavarán secciones del frente marítimo que se rellenaron en su momento, décadas atrás, para ganar terreno al mar ante la expansión urbana de la ciudad. En una segunda fase, se tratará y depurará el agua de la ensenada Al Arbaeen, sobre la que recaerá el paseo marítimo. Por último, durante la tercera fase, se completará dicho paseo con espacios verdes abiertos, pasos elevados para peatones y servicios públicos, y se llevará a cabo la construcción de un puerto deportivo para yates de lujo. Y todo con el objetivo final de conectar Al Balad con el Mar Rojo, y convertir su frente marítimo en un destino turístico y cultural de primer orden.