Un pequeño gran proyecto ha llamado nuestra atención: es el diseño conceptual de un espacio público para la pequeña ciudad de Megion, situada en la margen derecha del río Obi, en la parte oeste de Siberia, Rusia. El proyecto fue uno de los seleccionados en el concurso «Poblaciones Pequeñas», organizado por el Ministerio de Construcción, Vivienda y Servicios Comunales ruso para proyectos de mejora de asentamientos históricos y ciudades de hasta 100.000 habitantes. Se trata de un parque público en la orilla del canal Mega, diseñado por el estudio ruso de arquitectura ISAEV Arquitectos: Mega.Park. De los diseños del parque «para todas las estaciones» y con «elementos de paisajismo inusuales que se adaptan al duro clima» de Siberia, nos ha sorprendido su sencillez y belleza, así como la implementación de elementos lúdicos un tanto novedosos.

Al acceder a Mega.Park por alguna de las dos entradas, se llega a una plaza con un café en un extremo y un escenario en el otro. El Mega Café es un pequeño quiosco coronado por un dosel que incorpora lámparas térmicas «bronceadoras» para la aclimatación, diseñado con criterios de «aerodinámica» para resistir los fuertes vientos de la zona. El pequeño escenario del lado opuesto de la plaza permite organizar conciertos y otros espectáculos y eventos. «Islas verdes» y «lámparas de palmera» limitan la plaza por ambos lados y dan forma al diseño de paisajismo.

Un poco más allá, conforme nos adentramos en el parque público, se encuentra la zona de juegos para niños, «Play Collarium». Un arco tubular que asciende y desciende sobre el terreno da unidad y conecta los diferentes elementos del parque infantil. Molinos de viento, un recorrido de obstáculos, areneros, así como juegos de equilibrio y para trepar, aseguran la diversión de los pequeños. Anexos a la zona infantil, bancos con doseles sirven para que los adultos descansen o charlen mientras sus hijos se entretienen.

El parque público culmina a orillas del canal Megan con pasarelas elevadas, caminos y áreas de descanso y recreo. Algunas de las paradas del paseo que recorre la ribera están protegidas de la intemperie y los vientos gracias a parapetos especiales adecuadamente orientados. Estos abrazan zonas de descanso al aire libre con bancos y mesas, iluminación y conexiones para cargar teléfonos móviles. Diferentes obras de arte en movimiento, similares a molinos de viento, transforman la energía eólica en un «espectáculo estético» o incluso en un «sonido agradable y extraordinario». Una serie de quioscos con chimenea y bancos, a lo largo de la ribera del río, permitirán a los usuarios no solo disfrutar de barbacoas y reunirse con amigos y familiares, sino calentarse para combatir las bajas temperaturas de las estaciones frías. Por lo demás, en los puntos más cercanos al río, se instalarán binoculares para disfrutar de las vistas sobre las aguas.

El proyecto de ISAEV Arquitectos prevé el disfrute de otras actividades por parte de los usuarios, como el entrenamiento deportivo o el vuelo de drones y de cometas. Además, el trazado de caminos cuenta con carriles para bicicletas, así como un taller para su almacenamiento, mantenimiento y alquiler. Todo lo necesario para que Mega.Park pueda considerarse «un espacio público moderno en la orilla del río», tan completo y sencillo como atractivo. Bravo.