La construcción industrializada se lleva a cabo mediante la producción en una fábrica de los componentes necesarios del edificio, para su transporte y ensamblaje final en la ubicación de la obra. Por el contrario, en la construcción tradicional la mayoría de los procesos y las etapas se llevan a cabo directamente en la obra.
Un ejemplo de construcción industrializada que gana terreno como alternativa a las estructuras de hormigón o acero tradicionales lo ofrece el Steel Framing (o armazón de acero). Steel Framing es un sistema de construcción industrializada que utiliza como elemento principal el entramado de perfiles C y canales U de acero galvanizado de grado estructural conformado en frío, conocidos como Studs/Tracks. Estos se unen entre sí mediante tornillería autoperforante y otros elementos ensamblados. Con ellos se crea la estructura portante del edificio o la estructura secundaria para fachadas o módulos prefabricados.
Otro sistema de construcción industrializada versátil y eficiente, que ha ganado popularidad en los últimos años, es el del uso de paneles multicapa. Estos paneles combinan varias capas de distintos materiales, como madera, aislamiento y tableros de fibrocemento. La clave de su eficiencia radica en su diseño prefabricado, que permite una instalación rápida y precisa. Al contar con aislamiento integrado, ayudan a reducir el consumo de energía en la climatización. En la actualidad, existen paneles que resuelven la envolvente completa del edificio, incluidas las fachadas, las cubiertas e incluso los forjados divisorios entre plantas.
Una combinación poderosa es la resultante del empleo de ambos sistemas, el de los paneles multicapa y el de Steel Framing, en una solución constructiva integral. Con ella se aprovechan al máximo las ventajas de ambos sistemas: los paneles proporcionan un aislamiento térmico y acústico, mientras que el Steel Framing brinda la estructura resistente necesaria para soportar las cargas estructurales del edificio.
La construcción modular y prefabricada de ambos sistemas agiliza aún más el proceso de construcción y reduce plazos y costes. Además, al finalizar la vida útil del edificio, es posible desmontar y reutilizar los materiales. Cabe añadir que, con la construcción a partir de componentes prefabricados, se minimiza el desperdicio de materiales y se optimiza el uso de recursos.
Por Cristina Uchán, arquitecta sénior en el Dpto. de Arquitectura de Amusement Logic
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