Bajo el amparo de la cooperativa Sostre Cívic, un grupo de unas 20 personas de entre 55 y 70 años ha puesto en marcha una iniciativa que renueva el modelo de desarrollo de complejos residenciales en España. Can 70 es el nombre de la asociación y de su proyecto inmobiliario. El objetivo fundacional declarado del grupo promotor de esta iniciativa es el de desarrollar un edificio de residencias que permita «vivir la vejez de manera autogestionada y solidaria, en un entorno orientado a las necesidades de las personas, que facilite la vida autónoma y saludable de los mayores y propicie el crecimiento personal y colectivo».
El Ayuntamiento de Barcelona estampó recientemente su firma, a través del Instituto Municipal de Vivienda y Rehabilitación, en el contrato de cesión del derecho de superficie sobre dos fincas de la Vía Augusta de la ciudad, a favor de la cooperativa Sostre Cívic. Con dicho contrato, el proyecto Can 70 se convierte en la «primera vivienda cooperativa sénior de Barcelona, y la primera sobre suelo público de Cataluña y del estado [español]».
El modelo de desarrollo de Can 70 se fundamenta en los principios de la propiedad colectiva y el derecho de uso del suelo. El primero significa que la propiedad de las viviendas recae sobre la cooperativa, es decir, es colectiva. En consecuencia, bajo su égida, se evita la especulación y la posibilidad de lucro individual. Por lo demás, la propiedad colectiva es un estadio intermedio entre la propiedad individual privada y la propiedad puramente pública.
Respecto al segundo principio, con este modelo de complejo residencial «las viviendas se consideran un bien de uso». Por supuesto, el proyecto exige a sus integrantes una aportación de capital inicial y el pago de cuotas mensuales. Sin embargo, lejos de responder a la situación del mercado inmobiliario, dichas aportaciones monetarias se establecen directa y exclusivamente según los costes de adquisición, mantenimiento y funcionamiento de la vivienda cooperativa. De esa forma, se prioriza el valor de uso de la propiedad sobre su valor mercantil. Cabe añadir que el derecho de superficie que el Ayuntamiento de Barcelona ha concedido a Sostre Cívic permite el uso de los solares durante un periodo de 99 años, aunque en ningún momento dejan de ser de titularidad pública.
Respecto al objetivo general que persigue el modelo residencial, Can 70 lo despliega en varias instancias, de las que destacamos las siguientes:
-Promover una vida activa y solidaria «que transforme el modelo social predominante, basado en la asunción familiar del cuidado de los mayores o en su institucionalización despersonalizada».
-Establecer «redes de apoyo mutuo y espacios colectivos compartidos que favorezcan el equilibrio emocional de las personas y eviten el aislamiento y la soledad».
-«Autogestionar de forma cooperativa los servicios necesarios para la comunidad».
-Por último, «vivir en una vivienda y un entorno ecológicamente sostenible, saludable y acogedor».
Para el proyecto de arquitectura, Can 70 cuenta con el estudio Pastor+Toral Arquitectes. Según informan, «a enero de 2023 se dispone del Anteproyecto», mientras que durante el año prevén elaborar primero el Proyecto Básico y, posteriormente, el Proyecto Ejecutivo.
Fuentes: Sostre Cívic, Peris+Toral Arquitectes, Idealista. Imágenes: Sostre Cívic y Peris+Toral Arquitectes.