Existe una creciente tendencia a situar parques temáticos, parques de aventura o parques de animales, entre otras instalaciones para el ocio y el turismo, en parajes de la naturaleza. Estos lugares se extienden a lo largo de vastas superficies de terreno, lo que exige el recurso a sistemas de transporte y movilidad de los visitantes, también la de aquellos con diversidad funcional, que faciliten el desplazamiento entre las diversas atracciones.

Al mismo tiempo, estos medios de transporte representan una oportunidad para que los visitantes experimenten de una manera diferente y más rápida las múltiples atracciones y espectáculos que estos parques ofrecen. Además, si es factible y se decide cobrar por el servicio, el transporte contribuirá significativamente a su rendimiento económico.

Un ejemplo de la sinergia entre naturaleza y entretenimiento se encuentra en el Parque de la Naturaleza Cabárceno en Cantabria, España. Los visitantes disponen en él de un teleférico que serpentea por los cielos del parque, un servicio que no estaba presente en su primera etapa de desarrollo. Este teleférico se ha convertido en la atracción más solicitada por los visitantes y, además de su función de transporte, ofrece una perspectiva elevada que permite admirar desde las alturas los vastos hábitats de los animales.

Otro ejemplo es Eurodisney en París, Francia. En este parque temático, una serie de trenes con recorrido perimetral lleva a los usuarios de un área a otra, con paradas diseñadas de acuerdo con la tematización general. Los visitantes disfrutan así de una experiencia adicional cómoda y pintoresca.

Estos ejemplos ilustran la importancia de considerar y explorar todas las opciones y combinaciones posibles, en el diseño de parques temáticos, parques de aventura o parques de animales, respecto de los medios de transporte internos. Con ellos se garantiza una experiencia única y enriquecedora a todos los visitantes.

Por Pablo Vidal, arquitecto sénior en el Dpto. de Arquitectura de Amusement Logic