«Qatar ha puesto en marcha un proyecto inmobiliario residencial y comercial de 5.500 millones de dólares para atraer a inversores qataríes y extranjeros hacia el pujante mercado inmobiliario». Así se hacía eco la prensa, un 25 de diciembre de 2005, de los recién anunciados planes de desarrollo de lo que hasta ese momento había sido una pequeña ciudad en la costa este de Qatar. Era Lusail City o «La Ciudad del Futuro», un proyecto que impulsaba la recién creada Qatari Diar Real Estate Investment Company (Qatari Diar), a partir del fondo soberano de inversión Qatar Investment Authority. Su construcción comenzó al año siguiente, en el 2006, y aunque se preveía que estuviera finalizada en 2010, con 250.000 residentes en sus apartamentos y villas, en 2018 la Qatari Diar anunciaba que había completado más del 80% de los proyectos de infraestructura del nuevo plan urbanístico.

En la actualidad, una población de unos 198.600 residentes, según datos de 2022, se distribuye en una superficie de 38 kilómetros cuadrados y disfruta de muchas de esas infraestructuras. Lusail City incluye cuatro islas exclusivas y 19 distritos residenciales de uso mixto, con instalaciones para el ocio, centros comerciales, parques temáticos, una gran variedad de restaurantes y cafés, 22 hoteles de categoría internacional, dos marinas, etc. Sin embargo, lo que la convierte en un proyecto interesante es que se ha construido desde cero con la sostenibilidad como objetivo.

Efectivamente, el concepto urbanístico que guía su ordenamiento es el de la «ciudad de 15 minutos». Cada uno de los distritos de Lusail City cuenta con áreas comerciales minoristas, escuelas, mezquitas, centros médicos, así como áreas deportivas y de ocio. Además, estos barrios cuentan con pequeños parques llenos de vegetación. A ellos se suman dos grandes redes de parques, el Crescent Park y el Wadi Park, en lo que es un extenso vergel para pasear, hacer deporte o pedalear por sus carriles bici. Todos ellos cuentan con especies de vegetación autóctonas, y se riegan con agua reciclada no potable. Finalmente, con el objetivo de reducir la necesidad de coches, en 2022 se inauguró una línea de tranvía que conecta con el metro de Doha (pues Lusail se encuentra a unos 23 kilómetros al norte de esta ciudad). Y además, a lo largo de su costa se desarrolla un arrecife artificial para crear las condiciones de proliferación de la vida marina.

A pesar de todo, y según señala la CNN en su sección de viajes, «aunque Lusail tiene una arquitectura magnífica —incluso novedosamente icónica— (…), nunca tendrá ese trazado orgánico y desordenado de la vieja Doha que atrae a los turistas». En cualquier caso, no deja de ser una ciudad vibrante y llena de posibilidades para el ocio y el tiempo libre, además de orientada hacia el imprescindible objetivo de la sostenibilidad.

También podría interesarle

SUSCRIPCIÓN:


Si quiero suscribirme


He leído y acepto las condiciones y términos de uso