El lago de Como (también Lario), de origen glaciar, situado en la región de Lombardía, al norte de Italia, disfruta de un benigno clima mediterráneo a pesar de estar a los pies de los Alpes. Por ello y, sin duda, por la belleza de sus paisajes, fue refugio predilecto de aristócratas y familias adineradas desde que, en el 196 a.C., el ejército del cónsul Claudio Marcelo arrebatara la región y la ciudad de Como a la tribu celta de los comenses. A partir de entonces y a través de los siglos, fue una atracción turística muy popular, hasta hoy.
Efectivamente, a orillas del lago de Como se encuentran numerosas villas y castillos de arquitectura singular. Sus aguas, sus paisajes, su clima han seducido a personalidades de todos los tiempos; Leonardo da Vinci, Napoleón, Stendhal, Franz Liszt, Giuseppe Verdi, Gioacchino Rossini, Winston Churchill; pero también George Clooney, Madonna, Matt Bellamy, John Kerry, Gianni Versace, Ronaldinho, Sylvester Stallone, Richard Branson, Lionel Messi o José Mourinho son algunas de las celebridades que han tenido o tienen una residencia en el lugar.
Ese es el cuadro en el que se sitúa precisamente el hotel al que dedicamos este espacio, uno más de entre los más bellos e interesantes del mundo. Se trata del Mandarin Oriental Lake Como, de 5 estrellas, propiedad de la conocida cadena hotelera con sede en Hong Kong, Mandarin Oriental Hotel Group. Aunque el establecimiento ha añadido numerosas dependencias en los terrenos y jardines de la ribera del lago de Como, en la localidad de Blevio, el origen del hotel se remonta a finales del siglo XVIII y principios del XIX, cuando se realizó la construcción de la villa principal.
Según las noticias más tempranas, la primera propietaria de la que entonces, en su honor, se conocía como Casino Ribiere, fue la francesa Madame Ribier. Se trataba de una famosa diseñadora de moda que vistió con notable éxito, allá por el año 1800, a las mujeres de la nobleza de Milán. Es de notar, para dar sabor a la historia y según rumores que han llegado hasta hoy, que Madame Ribier fue muy popular entre las mujeres por sus diseños, pero también entre los hombres por su libertina vida privada.
Sea como fuere, en 1827, la entonces famosísima cantante de ópera Giuditta Pasta adquirió la propiedad y encargó su restauración al arquitecto Filippo Ferranti, su tío materno. Según las crónicas, Villa Pasta, como se conoció desde ese momento, ganó un estilo neoclásico de amplias habitaciones y un elegante pórtico con logia. Un magnífico jardín y avenidas arboladas acunaban las dependencias, entre las que se incluían dos pequeños edificios anexos para invitados. En aquella época se decía que Giuditta había conferido a Villa Pasta una arquitectura que recordaba a la del teatro de La Scala de Milán porque deseaba encontrar el descanso en lugar similar a aquel que le rendía la gloria.
Gracias a su ilustre propietaria, Villa Pasta fue un punto de encuentro de artistas, compositores y cantantes. Gaetano Donizetti culminó su ópera Anna Bolena al amparo de sus muros y jardines, durante su estancia en 1829 o 1830 según distintas fuentes. Y Vincenzo Bellini, asiduo de la villa y gran amigo de Giuditta, escribió su ópera Sonnambula y Norma (que incluye el aria Casta Diva, una de las más célebres del siglo XIX y aún de nuestros días) para que ella las protagonizara. Sin embargo, a partir de la muerte de la anfitriona a los 67 años de edad, en 1865, la propiedad quedó en desuso, hasta que una familia de industriales algodoneros de origen suizo y residencia en Turín, los Wild, la adquiriera a principios del siglo XX. Tras una profunda remodelación en un estilo renacentista ecléctico a cargo del arquitecto milanés Carlo Formenti, la mansión se conoció como Villa Roccabruna. A pesar de todo, la finca quedó en el abandono y en la ruina durante la segunda mitad del siglo XX.
Por fin, en el año 2000, la empresa con sede en Roma, Hotel Residence Club SPA, compró la propiedad y creó CastaDiva Resort and Spa, un lujoso hotel de 5 estrellas. De hecho, según noticias del momento, este fue el primer hotel en casi un siglo que abrió sus puertas a orillas del lago de Como. Y en 2017, el fondo de inversión Attestor Capital LLP adquirió CastaDiva Resort & Spa, de quien pasó finalmente, en 2018, a manos de Mandarin Oriental Hotel Group. Tras 1 año aproximadamente de una reforma que confirió a los interiores y a la decoración «una sensación de moderna elegancia italiana con un sutil encanto oriental», Mandarin Oriental Lake Como abrió sus puertas en 2019.
Actualmente, el hotel resort cuenta con 73 habitaciones y suites y 2 villas independientes, 2 restaurantes, salas de conferencias y un spa de 1.330 m2. La piscina flotante de 12 metros de longitud, suspendida sobre las aguas del lago con sus tumbonas y el bar anexo, es otra de sus particularidades.
Fuentes: Mandarin Oriental Lake Como, Wikipedia, Property at Lake Como, Como and Its Lake, Lake Como Ville, Regione Lombardia, Prestige Mag, Hotel Visit, Forbes, Affari Italiani.
Imágenes: Mandarin Oriental Lake Como.