Arabia Saudita experimenta una extraordinaria transformación, impulsada por una visión audaz del futuro. En su preparación de la Exposición Mundial de 2030, el país lleva a cabo proyectos innovadores únicos en el mundo, en los que convergen cultura, tecnología y sostenibilidad.

Qiddiya City, una «ciudad del entretenimiento» a las afueras de Riad, se erige como joya de esta transformación, con atracciones en el ámbito de la cultura, los deportes, el ocio y el turismo. Parques acuáticos, parques temáticos, instalaciones deportivas de vanguardia, hoteles, entre otras muchas instalaciones, forman parte de ella.

En cambio, la Opera House, la Jeddah Tower o el Museum District, arraigan con magnificencia en la ciudad de Jeddah y, como estructuras emblemáticas, celebran la rica herencia cultural del país.

Por otra parte, el Instituto de Vida Marina, el proyecto futurista Mukaad The Cube o el templo dedicado a la salud del Amaala Resort, testimonian el compromiso del país con la sostenibilidad y el bienestar. Se trata de proyectos que, no solo destacan la belleza natural, sino que fomentan prácticas respetuosas con el medio ambiente.

La Exposición Mundial de 2030 será sin duda el marco perfecto para presentar al mundo con ceremonia todos esos logros. Un escenario para la innovación y las tecnologías emergentes, una plataforma global para el intercambio de conocimientos y la colaboración internacional.

NEOM, un proyecto de proyectos, ciudad de ciudades, un conjunto de propuestas futuristas a orillas del Mar Rojo, redefine los límites de la conectividad y la sostenibilidad. Con todas estas iniciativas, Arabia Saudita promete un futuro más inclusivo, sostenible y emocionante. Precisamente, la Exposición Mundial de 2030 será la culminación de este viaje.

Por Manolo Barberá, modelador hidráulico sénior en el Dpto. de Arquitectura de Amusement Logic