«El 30% de la energía que entra en una casa vuelve a salir por el desagüe», según los cálculos efectuados por TAUW, compañía de ingeniería con sede en Países Bajos. Ese 30% de energía sale de las casas en forma de calor. Y ese calor procede del que transporta el agua caliente con que nos lavamos las manos, o la que dejamos correr en la ducha, o el agua de la lavadora o el lavavajillas, etc. Hasta ahora, esa energía se perdía por los sumideros de las viviendas, durante las 24 horas del día, 365 días al año, y se disipaba en la red de alcantarillado; llegaba incluso a las grandes plantas de depuración de aguas residuales urbanas.

Hasta ahora, precisamente, porque empiezan en estos momentos a multiplicarse los proyectos que se proponen recuperar esa energía y devolverla a los hogares de la que procede, fundamentalmente para su uso en la calefacción sostenible de los mismos. El término con el que se hace referencia a este sistema en los Países Bajos es el de «riotermia» (de riool, alcantarillado en neerlandés, y de un derivado del vocablo griego thérme, o calor). Veamos cómo funciona.

Aguas residuales como fuente de calor 1

De acuerdo con las explicaciones de TAUW, para recuperar la energía térmica que circula por el desagüe del edificio es necesario instalar un intercambiador de calor alrededor de su conducto principal. Mediante el intercambiador, se transfiere el calor de origen a un fluido de trabajo que lo transporta a las viviendas a través de tuberías aisladas. Posteriormente, unas bombas de calor instaladas en cada vivienda, o en el edificio, alimentadas con energía solar, amplifican el calor hasta una temperatura adecuada para la eficiencia del sistema. TAUW asegura que la riotermia es una tecnología que sirve igualmente para intercambiar calor por frío y, por tanto, igual para calefacción que para refrigeración.

Aguas residuales como fuente de calor 3

Según leemos en The Guardian, la compañía promotora Lieven de Key, con sede en la capital de los Países Bajos, proyecta poner a prueba la riotermia en un bloque residencial por primera vez, con un presupuesto de €14 millones, para calentar 1.600 viviendas sociales y de estudiantes. Los residentes ya han dado su beneplácito en el porcentaje mínimo exigible del 70%, según la compañía, y se encuentra en curso una votación estudiantil que también debe arrojar, para que se realice la instalación, un resultado del 70% de apoyo. Pero The Guardian refiere otros proyectos: la alemana Uhrig, que califica las aguas residuales de «un tesoro bajo nuestros pies», construye alrededor de 10 proyectos de riotermia al año, y se encuentra en plena expansión. En Países Bajos hay otros proyectos para recuperar el calor desde las plantas depuradoras urbanas, en lugar de las tuberías de las viviendas. Uno de esos proyectos aplicará la riotermia en la aclimatación del agua de una piscina en Urk. Y la fuente también cita, aunque sin especificar, otros proyectos piloto en Rotterdam y Eindhoven.

Fuentes: TAUW, Lieven de Key, The Guardian. Imágenes: Lieven de Key.