Los vestíbulos y espacios de este hotel resort combinan varios elementos y conceptos de manera armoniosa. Desde el momento en que los huéspedes ingresan en él, se encuentran inmersos en un espacio envolvente que destaca por su belleza y singularidad.

En primer lugar, llaman la atención las grandes arcadas de piedra tallada. Estas imponentes estructuras, en el estilo característico de la arquitectura oriental y el arte islámico, confieren a la atmósfera un sentido de grandeza y sirven como punto focal del espacio.

La paleta de colores de las salas recorre un espectro del naranja claro al gris oscuro. Esta combinación produce un sentido cálido y acogedor. El color naranja evoca una sensación de energía y vitalidad en el aire, mientras que el gris oscuro añade al conjunto sofisticación y equilibrio.

Hemos integrado en la decoración de los vestíbulos elementos de arte contemporáneo como las «redes infinitas» (infinity nets). Estos intrincados patrones y texturas sugieren la idea de infinitud y contribuyen así, todavía más, a la calidad onírica del espacio.

Concebido según principios de sostenibilidad, para la construcción de las salas de este hotel se prevén materiales ecológicos. Por lo demás, el diseño de la iluminación considera la eficiencia energética y se confía la ventilación a las condiciones naturales de viento del lugar. La atención meticulosa a estos detalles es evidente en todos los aspectos del diseño y la decoración de estos vestíbulos.

En conjunto, el diseño lleva a los huéspedes del hotel resort a experimentar una sensación surrealista, casi como si se encontraran en medio de un plácido sueño. Al dejarse envolver por estos interiores, se sentirán transportados a un mundo de asombro y encanto a partes iguales.