Ubicado a orillas de un lago, este pabellón cultural destaca por su arquitectura audaz y expresiva. Su forma orgánica, construida a partir de lamas rojas, evoca movimiento y vitalidad. Resalta sobre el entorno natural por su intensidad cromática, sin por ello desentonar o desmerecerlo. Las lamas ondulantes, en distintos tonos de rojo, producen un juego dinámico de luces y sombras, que se transforma a lo largo del día. De esa manera, el edificio se convierte en un espectáculo visual en constante evolución.

Por Manuel Devesa, arquitecto sénior en el Dpto. de Diseño de Amusement Logic