La luz natural tiene una importante influencia en la arquitectura. Su presencia afecta a la estética, la funcionalidad y la eficiencia energética de un espacio, y también al bienestar de sus ocupantes. Veamos de qué manera:
–Estética y ambiente: la iluminación natural acentúa la belleza del espacio arquitectónico, ya que realza las texturas, los colores y otros detalles, y proporciona una atmósfera cálida y acogedora.
–Ahorro energético: el uso de luz natural reduce la dependencia de la iluminación artificial y disminuye así el consumo energético. De esa manera, además de beneficiar al medio ambiente, conlleva un ahorro económico a largo plazo.
–Bienestar y productividad: los espacios iluminados de forma natural contribuyen a entornos más saludables, atractivos y relajantes. Como es sabido, la exposición regular a la luz natural está asociada a la salud, a la mejora del estado de ánimo de las personas, al sueño y, por ende, a la productividad.
–Sostenibilidad: la integración de la luz natural es fundamental para un diseño sostenible. El aprovechamiento eficiente de la energía solar disminuye la demanda de electricidad y reduce la huella de carbono de la operación de un edificio.
–Cambios del día: la iluminación natural proporciona una variación dinámica de la luz, con ambientes cambiantes que estimulan a los usuarios y los conectan con los ritmos circadianos.
No obstante, cada ámbito geográfico cuenta con normativas específicas a este respecto, las cuales regulan las condiciones de iluminación según diferentes usos y ubicaciones. El Departamento de Diseño de Amusement Logic considera estas normativas en cada uno de los lugares en que desarrolla su actividad de diseño, arquitectura, desarrollo y construcción de proyectos de ocio y turismo.
Por Ángel Ibáñez Pérez, ingeniero MEP sénior en el Dpto. de Arquitectura de Amusement Logic