El diseño, la arquitectura y la construcción de grandes proyectos exigen herramientas que permitan el intercambio de información digital entre todos los profesionales involucrados en ellos. Es decir, requieren interoperabilidad. ¿Pero qué entendemos por Interoperabilidad?

Pues bien, la interoperabilidad en arquitectura y construcción significa el intercambio de datos y de información, junto con la integración de diversas herramientas y plataformas de trabajo, entre todas las disciplinas y profesionales, en el desarrollo de edificios e infraestructuras. Esto asegura que arquitectos, ingenieros, contratistas y otros técnicos compartan información del proyecto, sin fragmentaciones, y colaboren así eficazmente hasta su finalización.

¿Cómo se logra esa interoperabilidad? Existen diferentes formas de abordar la cuestión, a saber:

-Llevar a cabo el proyecto de arquitectura y construcción mediante un conjunto de herramientas desarrolladas por una empresa de programación que ofrece soluciones para las distintas necesidades de cada equipo de trabajo. Un ejemplo de esta perspectiva es la plataforma desarrollada por Autodesk y los programas informáticos asociados.

-Utilizar el estándar IFC (Industry Foundation Classes o Clases de Fundamentos de la Industria). Se trata de una norma común que permite el intercambio de datos en el sector de la construcción, sin que importe la aplicación informática que vaya a utilizarse. Propuestas como BlenderBIM, que sugiere trabajar nativamente en IFC, o That Open Company, son ejemplos de este planteamiento.

-Una tercera vía es la de emplear herramientas puente o convertidores de formato. Estos son ágiles en su desarrollo en comparación con el estándar IFC, el cual suele disponer de actualizaciones con más lentitud y sufre mayores demoras en los procesos de adopción. Por ejemplo, la plataforma 3D Speckle es una opción para esta tercera vía.