Este centro de exposiciones, que denominamos Galería de las formas vivas, se inspira en las estructuras orgánicas y fluidas que se encuentran en la naturaleza. La fachada, con sus amplias aberturas irregulares, evoca la erosión de una formación rocosa, en un juego dinámico entre el exterior y el interior.
La intención de este diseño es crear un espacio emblemático, como corresponde al uso del edificio, casi como si fuera en sí mismo una obra de arte. Los grandes ventanales y las formas curvas cumplen además una función esencial: guían a los visitantes a través de una experiencia sensorial, en la que la luz natural fluye y cambia a lo largo del día.
El espacio interior debe ser versátil, adaptable a diferentes tipos de exposiciones. Las formas suaves y orgánicas eliminan cualquier rigidez, casi pasan desapercibidas, de manera que las obras toman el protagonismo y se integran en un espacio que no impone barreras visuales o físicas. La estructura misma guía al visitante en un recorrido que, sin ser lineal, genera un flujo natural entre las diferentes salas.
La Galería de las formas vivas no es simplemente un edificio, es una declaración de que los espacios expositivos pueden transformarse en parte integral de la experiencia artística, en un diálogo continuo entre el arte, el espacio y la luz.
Por José María Reyes, diseñador en el Dpto. de Diseño de Amusement Logic