El magnesio es el séptimo elemento (o el octavo según distintas fuentes) más abundante en la corteza terrestre. Es además, después del hierro, el oxígeno y el silicio, el cuarto más común en la Tierra, de la que constituye el 13% de su masa. De los elementos disueltos en el agua de mar, es el tercero después del sodio y el cloro. Y entre los metales, es el tercero más abundante en la corteza terrestre, solo superado por el hierro y el aluminio. A temperatura y presión estándar, el magnesio nunca se encuentra en su forma libre metálica, sino que forma parte de diversos minerales y compuestos químicos, en su mayoría óxidos y sales. Por todo lo dicho, el magnesio es un elemento abundantemente disponible, cuya extracción es fácil. Pero esta es solo una de las ventajas que aconsejan su uso para la depuración del agua de las piscinas, en la forma sal de cloruro de magnesio, ya sean privadas o pertenezcan a parques acuáticos, campings, hoteles y resorts u otras instalaciones para el ocio y el turismo. Veamos cómo y por qué.

En términos generales, el sistema de depuración de agua con cloruro de magnesio se fundamenta en las reacciones químicas que se producen al someter dichas sales, por una parte, a electrólisis (proceso que separa los elementos del compuesto químico por medio de la electricidad) y, por otra parte, el magnesio resultante a hidrólisis. Los subproductos de estos dos procesos son los iones de cloro, en el caso de la electrólisis, y el hidróxido de magnesio en el caso de la hidrólisis. La depuración y limpieza del agua se produce por el efecto en ella de dichos subproductos, en combinación con el sistema de filtración de la piscina. Así, los iones de cloro se liberan en el agua de la piscina y matan las bacterias, los hongos y las algas que se encuentran en ella, en un efecto desinfectante. El hidróxido de magnesio, por su parte, actúa como agente floculante. Gracias a él, las partículas de suciedad suspensas en el agua se agrupan y forman aglomerados de mañor tamaño y, por tanto, el sistema de filtración las atrapa con mayor facilidad.

Son numerosas las ventajas del tratamiento del agua a partir de sales de magnesio en piscinas privadas, parques acuáticos, campings, hoteles, resorts u otras instalaciones acuáticas. En primer lugar, el cloro producido por el proceso es menos corrosivo para tuberías y equipos de la piscina que el cloro tradicional, lo que supone mayor durabilidad y menores necesidades de mantenimiento de la instalación. En segundo lugar, el proceso de producción de este tipo de cloro reduce en un 40% el desarrollo de cloraminas, que son las responsables del olor desagradable característico del tratamiento con cloro convencional. Además, tiene la ventaja medioambiental añadida de reducir el uso de productos químicos, y de aportar minerales nutritivos y saludables para las plantas.

Por ello, es en general un sistema más seguro para los seres vivos y el medio ambiente que el tradicional. De hecho, el agua de retrolavado puede utilizarse incluso para regar las zonas ajardinadas. Respecto al efecto sobre los bañistas, el baño en las piscinas que presentan sales de magnesio disueltas es relajante, suaviza la piel y el cabello, no irrita ojos ni las mucosas y aporta además importantes beneficios para músculos y tendones, así como al sistema inmunológico y circulatorio.

No obstante todo lo anterior, es todavía necesario comprobar regularmente el nivel de cloro en el agua de las piscinas tratadas con sales de magnesio. En definitiva, el sistema de tratamiento a partir de cloruro de magnesio garantiza un agua cristalina y pura, segura para la salud y el medioambiente, y es más sostenible y ecológico, y menos costoso económicamente, que el sistema de cloración tradicional.

Fuentes: Sales del Centro, National Geographic, Hidro Vinisa, Wikipedia 1, Wikipedia 2, Wikipedia 3.