La arquitectura es un lenguaje que trasciende lo meramente funcional para alcanzar el estatus de símbolo, una especie de declaración capaz de expresar el carácter de una región o un territorio. Una de las frases de ese lenguaje es precisamente la monumentalidad. Al fin y al cabo, la escala en arquitectura produce un impacto similar a las letras mayúsculas, incluso a las letras doradas. La escala, pues, al igual que estas, producen una impresión duradera en la memoria colectiva.

En esta instancia de arquitectura monumental, el Departamento de Diseño de Amusement Logic se entrega a la audacia, busca la integración con el entorno y cuida la elección de materiales. El discurso arquitectónico se traduce en estructuras que parecen emerger orgánicamente del mismo suelo, como si hubieran nacido en él y permanecido allí una eternidad, en un diálogo constante con la historia y la geografía. En este contexto desértico, los volúmenes escultóricos, las formas fluidas y las texturas arenosas ponen las letras mayúsculas.

La arquitectura, convertida en lenguaje vernáculo, se entrega a una búsqueda de lo sublime mediante la proporción, la materialidad y las líneas. Espacios que la luz penetra con precisión, en los que los reflejos del agua amplifican esa sensación de lo eterno, y cuya monumentalidad se siente como una extensión natural del paisaje. Grandes accesos, amplias escalinatas, cubiertas que flotan con ligereza e interiores majestuosos, son los párrafos de esa experiencia espiritual. Un entorno que emociona, que inspira respeto y expresa el sentido de pertenencia a un ente superior, más grande que el observador.

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