Las ciudades deberían devolver la naturaleza al corazón de la vida de los ciudadanos. Al menos eso es lo que proponemos desde el Departamento de Diseño de Amusement Logic. La arquitectura de este proyecto residencial de bloques de viviendas se orienta en esa dirección. Es más, traspasa los límites de la simple urbanización y apuesta por la humanización a través de la integración orgánica de vegetación y materiales naturales en cada rincón del entorno urbano.
Imaginad despertar cada mañana rodeado de jardines verticales, terrazas llenas de vida y senderos arbolados. Imaginad dejar la mirada vagar en una especie de paseo sin salir de casa. Las fachadas de madera refuerzan esa sensación de encontrarse en el seno maternal de la naturaleza, la acariciante conexión con la atmósfera acogedora. Como veis, la distribución estratégica de los bloques produce espacios intermedios en lo que no son sino algo más que metafóricos pulmones verdes. Con un poco de esfuerzo es fácil escuchar los ecos de la convivencia, del juego de los niños o simplemente imaginar el abandono al regocijo del jardín.
Pero el diseño que proponemos para este proyecto residencial no queda en la superficie de su indiscutible belleza, sino que ofrece beneficios tangibles: la vegetación regula la temperatura, renueva el aire, reduce el ruido y contribuye en general a una excepcional calidad de vida. Aquí, la arquitectura no es un obstáculo, sino una extensión del propio ecosistema. Cada balcón, cada sendero, cada esquina se convierten en pequeños santuarios de biodiversidad.
Vivir en un espacio así es mucho más que tener un hogar; es disfrutar de un entorno que invita a quedarse, a disfrutar del bienestar y la armonía con el medioambiente. La arquitectura del futuro, creemos, debe construir comunidades que inspiren y, al mismo tiempo, materialicen un equilibrio entre modernidad y eternidad, es decir, naturaleza.