Una de las muchas aplicaciones de los efectos especiales, en lo que respecta a Amusement Logic en el sector del ocio y el turismo, es la creación de atmósferas envolventes que atraen la atención, sorprenden al público y, a menudo, graban en su conciencia recuerdos inolvidables.
Un ejemplo de dicha aplicación se encuentra en la ambientación temática que Amusement Logic ha desarrollado recientemente en un parque acuático. En este, la compañía elaboró el diseño de un volcán (entre otras muchas instalaciones) y ejecutó la construcción de su estructura y su tematización con roca artificial. A todo lo anterior, la compañía incorporó un sistema de efectos especiales para simular varias veces al día los diferentes procesos eruptivos de un volcán real. Para ello previó un sistema de sonido, con altavoces de graves (o subwoofers) entre otros, equipos de fuego frío, iluminación audiorítmica y sistemas de generación de humo.
Entre los equipos a los que Amusement Logic recurrió se encuentran máquinas de fuente de chispas frías. Estas máquinas, sin usar ningún tipo de pirotecnia, lanzan de manera vertical, hasta una altura de 5 metros, chispas frías procedentes de la combustión de materiales no tóxicos.
Para producir humo y niebla, se emplearon máquinas cuyo funcionamiento se sustenta en la refrigeración. Así, el humo refrigerado se condensa y, al pesar más que el aire, se desliza hasta el suelo. Para este efecto de humo bajo, los equipos utilizan un recipiente de hielo que, en caso de que se vacíe, produce el efecto contrario, es decir, un humo que se eleva como si fuera niebla convencional.
Para el control de la ambientación en este proyecto utilizamos el protocolo electrónico DMX (Digital MultipleX). Una serie de cables llegan a una mesa de control desde todos los equipos, a través de distribuidores (o splitters), y con ella se sincronizan los efectos especiales de sonido y los visuales.
Estos recursos, correctamente coordinados, permiten al operador ofrecer a los visitantes espectáculos que mejoran su experiencia e incrementan su tiempo de estancia en el parque acuático.
Por Darío Mazzolari, ingeniero MEP sénior en el Dpto. de Arquitectura de Amusement Logic