En las atracciones para el ocio y el turismo (parques acuáticos, parques temáticos, campings, hoteles y resorts, centros comerciales, etc.), el público asume a menudo un papel pasivo. El entorno está prefijado y no puede actuarse sobre él. Sin embargo, es probable que si se le ofrece la oportunidad de participar, experimentará una mayor identificación con él, se llevará memorias imborrables a casa y, en general, la experiencia será más completa, especial y única.
Una forma de proporcionar esa capacidad de actuación, la podría proporcionar la posibilidad de que los visitantes a las atracciones se conviertan por un momento en artistas y creen obras de arte. En ese caso, hablamos de arte interactivo y arte participativo. Veamos en qué consisten:
Arte interactivo y arte participativo en atracciones de ocio y turismo
Embarcarse en el arte interactivo, significa que la obra cambia según las acciones del público, pero siempre dentro de unos patrones preestablecidos. En cambio, en el arte participativo, el público contribuye activamente a la obra, sin limitaciones, sin directrices, sin objetivos previos. Ambas actividades podrían integrarse como atracciones vinculadas a un tema, ya fuera en parques acuáticos, parques temáticos, campings, hoteles y resorts, centros comerciales, etc.
Ejemplos de arte participativo para el ocio y el turismo
Por ejemplo, el artista Banksy invitó a alumnos de un colegio a hacer grafitis sobre una vidriera de iglesia en su obra Forgive us our trespassing. El artista Roman Ondák, en cambio, en Measuring the Universe, pidió a los visitantes que marcaran su altura y nombre en una pared blanca. Con el tiempo, la obra se completó con múltiples marcas, en una línea negra que representa la contribución colectiva.
Aplicación del arte participativo en parques para ocio y trusimo
Una iniciativa interesante sería aquella en la que cada visitante trajera uno o varios tapones de plástico. Los tapones recolectados se reciclarían para crear una figura, un tobogán u otra atracción. Esta propuesta, además de incentivar a los visitantes a regresar para ver el resultado de su contribución, serviría asimismo para crear conciencia sobre el impacto del plástico en el medio ambiente y sobre la capacidad colectiva, a través de pequeñas aportaciones individuales, de producir efectos reales sobre el entorno.
Otra propuesta sería la de proporcionar a cada visitante una tesela o pieza de cerámica para luego adherirla a un elemento, como un banco. Los visitantes buscarían una pieza cada vez que regresaran. Así se produciría en ellos un sentido de pertenencia y una conexión directa con el espacio del parque acuático, el parque temático, el camping, el hotel o resort, o el centro comercial de que se tratara.
Por Miquel Solís, arquitecto sénior en el Dpto. de Arquitectura de Amusement Logic