Los parques temáticos son el escenario perfecto para la convergencia de la arquitectura con la mitología. En ellos cobran vida las narrativas mitológicas, primero a través del diseño y después de su construcción. La tematización recrea así los mitos y arroja a los visitantes a un diálogo entre el pasado mítico y el presente cotidiano.

Un ejemplo representativo es el parque temático Efteling, en Países Bajos. En este, la mitología europea inspira ambientes mágicos y escenarios narrativos tradicionales. Lugares como el Bosque de los Cuentos de Hadas convierten antiguas leyendas en experiencias palpables.

En un contexto contemporáneo, la arquitectura del portal del parque temático de Harry Potter, en Universal Studios, sirve para franquear a los visitantes el mundo mítico de Hogwarts. La minuciosa recreación de los lugares de la ficción, como el Callejón Diagon, materializa la esencia mítica de la saga en una experiencia auténtica. En cambio, en Bali, Asia, el Templo de Tanah Lot muestra el influjo de los mitos locales en la arquitectura sacra. La serpiente marina sagrada emerge majestuosamente del océano en su diseño.