Un nuevo material de construcción compuesto de tierra, agua y residuos de cartón, que prescinde por completo del cemento; esa es la noticia. Se trata de una solución que reduciría hasta en un 75% las emisiones de carbono en comparación con los sistemas constructivos tradicionales. Es un desarrollo de investigadores del Instituto Real de Tecnología de Melbourne, universidad pública de investigación situada en la ciudad de Melbourne, en Victoria, Australia.

El método emplea encofrados de cartón para compactar los muros directamente en la obra, lo que no solo abarata costes, sino que también simplifica la logística, una ventaja crucial especialmente en zonas remotas. Bajo el liderazgo del Dr. Jiaming Ma, el equipo logró cuantificar cómo el espesor del cartón influye en la resistencia estructural, y diseñó una solución adaptable a los materiales disponibles localmente, ideal para climas cálidos y entornos rurales.

Además de su mínima huella ambiental, la alta inercia térmica de la tierra contribuye a una mayor eficiencia energética de las edificaciones. Esta propuesta, alineada con los objetivos globales de descarbonización, ya ha despertado el interés de la industria y de organizaciones de vivienda social. Su viabilidad estructural, documentada en un estudio académico, la perfila como una opción realizable y sostenible para situaciones de emergencia, para reconstrucción y para proyectos innovadores de construcción.

Por Alberto López, ingeniero de estructuras sénior en el Dpto. de Arquitectura de Amusement Logic

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