La norma ISO 19650-1:2018 (adaptada y consensuada internacionalmente a partir de la serie británica BS 1192) establece los conceptos, principios y requisitos generales para la gestión de la información a lo largo de todo el ciclo de vida de un edificio —desde su diseño y construcción, hasta su operación y mantenimiento— mediante la metodología BIM (siglas en inglés para Modelado de la Información para la Construcción).
Los principios fundamentales que rigen esta norma son la colaboración entre todos los agentes del proyecto, la estandarización de procesos y formatos, y la trazabilidad y control de versiones de los datos. A estos se suman la interoperabilidad entre plataformas y programas informáticos, y el compromiso con la transparencia y fiabilidad de la información compartida. Su objetivo fundamental es promover una gestión de la información estructurada y colaborativa, eficiente y sin errores.
Con ese fin, la ISO 19650-1 define los roles principales, como el del propietario o el cliente (la parte designante o Appointing Party), responsable de definir los requisitos de información; el contratista o equipo de entrega (la parte designada o Appointed Party), encargado de producir y entregar la información conforme a dichos requisitos; y el gestor de información, figura que coordina la creación, validación y entrega de datos dentro del Entorno Común de Datos (en inglés, CDE).
En resumen, la ISO 19650-1:2018 no prescribe herramientas específicas, sino que establece el marco conceptual y de gestión necesario para que las organizaciones adopten la metodología BIM de manera ordenada, colaborativa y eficiente. La aplicación de este marco conceptual reduce tiempos y costes, y mejora la calidad de la información y la coordinación entre disciplinas.
Por Eduardo Hernández García, modelador estructural sénior en el Dpto. de Arquitectura de Amusement Logic
