En 1977 nació en Orlando, estado de Florida, Estados Unidos, un concepto que estaba llamado a… más que revolucionar, a iniciar un sector particular de la industria del entretenimiento en general. Su creador entendió el agua como un elemento lúdico, especialmente propicio para la diversión. George Millay —por cierto, fundador de SeaWorld, cadena de parques de mamíferos marinos, oceanarios y parques temáticos de animales— añadió a la receta, además del agua, un poco de innovación tecnológica; lo reunió todo en un mismo lugar y lo convirtió en una fuente de experiencias compartidas.
Así, Millay concibió el que entonces se llamó Wet’n Wild, el primer parque acuático moderno del mundo. Toboganes de vértigo, como Bomb Bay, piscinas de olas, flotadores de colores… Wet’n Wild no solo atrajo a millones de visitantes, sino que se convirtió en modelo para el naciente sector del ocio y el turismo.

El éxito de un modelo pionero
Wet’n Wild combinó ingeniería audaz y cultura pop. Atracciones como Disco H2O (un tobogán con música y luces sincronizadas) o The Surge (un río rápido) reflejaban su filosofía: diversión activa. Este planteamiento elevó el parque a referencia generacional, con una rentabilidad por metro cuadrado que llamó la atención de grandes operadores. Universal Orlando Resort le echó el ojo y lo adquirió en 1998.


El ocaso de una era y el nacimiento de un volcán
Wet’n Wild cerró sus puertas en 2016, pero no fue un adiós, sino un replanteamiento. Universal planeaba algo más ambicioso, y ese algo llegó en mayo de 2017: Volcano Bay. Este nuevo parque supuso un salto conceptual. Inspirado en las islas del Pacífico Sur, su corazón era el volcán Krakatau, una estructura de 60 metros que alberga atracciones como Ko’okiri Body Plunge (el tobogán de caída libre más alto de EE.UU.) y Krakatau Aqua Coaster (montaña rusa acuática impulsada por magnetismo). Otra de las novedades fue la tecnología TapuTapu, unas pulseras inteligentes para gestionar las colas —que ahora son «colas virtuales»—, y los pagos, y que eliminó las esperas físicas.


De parque a resort: la expansión del concepto de Universal
El terreno del antiguo Wet’n Wild no desapareció: se transformó en Universal’s Endless Summer Resort, un complejo hotelero de categoría media inaugurado entre 2019 y 2020. Con Surfside Inn and Suites y Dockside Inn and Suites, Universal ofrecía alojamiento económico vinculado a su parque acuático y su parque temático, en una estrategia integrada de ocio y turismo: estancia + atracciones + parque acuático.



Legado e innovación: la lección de Orlando
La evolución de Wet’n Wild a Volcano Bay ilustra un principio clave en la industria de los parques acuáticos: adaptarse o quedar obsoleto. Millay imaginó un concepto; Universal lo llevó al siglo XXI con narrativa temática y nuevas tecnologías. La diversión, al fin y al cabo, no tiene fecha de caducidad.


Por Ángel Ibáñez Pérez, ingeniero MEP sénior en el Dpto. de Arquitectura de Amusement Logic
Imágenes: Google Earth