Un fluido espeso que parece haberse solidificado de pronto, en presencia de burbujas y vórtices: esa es la apariencia del interiorismo que presentamos desde el Departamento de Diseño de Amusement Logic. La resina mineral blanca, que le da materia, y el moldeado con vaciados orgánicos que enmarcan tapices vegetales vivos, completan el «paisaje». El pavimento de basalto, pulido hasta espejear, duplica la teatralidad de los sillones pétalo, tapizados en terciopelo granate. Son estas últimas piezas escultóricas que abrazan al visitante con la misma sensualidad de los guantes de alta costura.
Una iluminación que modula la temperatura color y reproduce los ritmos circadianos, cae en cascada suave desde canales perimetrales. Al mismo tiempo, minipuntos LED en el techo negro mate, parecen representar un discreto firmamento nocturno. Las barras, disimuladas respectivamente tras una piel de ónice ámbar o de madera, se revelan sólo cuando el usuario se acerca. Nada sustrae a este de la sensación de descubrimiento. La acústica se acomoda gracias a las microperforaciones invisibles en los paneles laterales, en un ambiente envolvente y sosegado, pese a la excitante puesta en escena.
Si abundamos en la cuestión técnica, la envolvente se produce con encofrados de EPS (siglas en inglés para poliestireno expandido) de alta densidad, encapsulados en GRG (yeso reforzado con vidrio, en inglés) de última generación. Es este un sistema que logra superficies continuas, ignífugas y de fácil mantenimiento. El mobiliario modular se desplaza y se ancla magnéticamente, mientras que el jardín vertical cuenta con riego hidropónico automatizado. Resultado: una sala tan sofisticada como versátil, ideal en hoteles y resorts, edificios y clubs que aspiren a un protagonismo emblemático. La hemos llamado Sala Vórtice.