Las obras de renovación de la Terminal 2 del aeropuerto de Changi, en Singapur, se pusieron en marcha en enero de 2020. Tres años y medio de construcción y una pandemia después, por fin, fue inaugurada el pasado 1 de noviembre de 2023. Con ella, el aeropuerto gana 21.000 m2 y ensancha en 5 millones de pasajeros su capacidad, hasta un total de 90 millones al año. La ampliación incluye infraestructuras varias, tiendas comerciales, restaurantes, el doble de mostradores de facturación automática, salas de inmigración añadidas y, lo que más llama nuestra atención, una serie de nuevas instalaciones digitales «que necesitas ver».

Changi Airport Group, promotora de la ampliación de la Terminal 2 de Changi, encargó la parte de arquitectura del proyecto al estudio BOIFILLS Architects, mientras que las instalaciones digitales son obra del estudio de diseño Moment Factory. Este último es conocido por crear «formas de entretenimiento que ofrecen al mundo nuevas experiencias» (de hecho, pudimos comprobarlo con el interiorismo que crearon para el Grand Magic Hotel, al que ya dedicamos un artículo). Precisamente, Moment Factory es responsable de The Wonderfall (o cascada de las maravillas) y Dreamscape (o paisaje onírico), las dos nuevas instalaciones digitales a las que nos referimos, atracciones en sí mismas dentro del aeropuerto Changi.

Al exuberante abrazo de un jardín vertical, en el vestíbulo de salidas de la Terminal 2, las aguas de una cascada despiden a los viajeros desde una colosal pantalla LED de 14 m de altura por 17 m de anchura. Es The Wonderfall. La cascada o, para ser más precisos, su imagen, se observa desde cualquier punto del vestíbulo gracias a la curvatura de la pantalla. Por otra parte, esa imagen responde dinámicamente y en tiempo real a los cambios naturales de iluminación, de forma que se adapta y ofrece una experiencia visual distinta por el día o por la noche. Finalmente, un espectáculo digital se desencadena a intervalos, al que llaman «Ritmos de la naturaleza», cuando la cascada invierte mágicamente sus aguas. De esa forma, The Wonderfall produce una «cautivadora interacción entre los distintos elementos», a la par que el asombro de los viajeros.

Dreamscape, por su parte, protagoniza la zona de tránsito de la Terminal 2 de Changi. Un «jardín inmersivo» y un «cielo digital sin límites» incitan la admiración de los viajeros que atraviesan la gran sala. Gracias a su conexión con el sistema meteorológico del aeropuerto, el cielo, es decir, su imagen, reproduce en tiempo real la luz del día o del amanecer, las condiciones meteorológicas del exterior o un cielo estrellado. Pero también ofrece sorpresas, como el paso de aviones, el vuelo de los pájaros o incluso el navegar pausado de un globo aerostático. Y de repente, el cielo se convierte en la superficie del océano y los viajeros se encuentran sumergidos bajo los peces, u observan desde las profundidades nadar grácilmente a las nutrias, o comprueban cómo rasga el agua el casco plano de un sampán, típica embarcación asiática.