Ha llamado nuestra atención uno de esos proyectos que combinan una sencillez perfecta con una gran dosis de imaginación y que tanto nos gustan por las dos cosas. Es un diseño del estudio de arquitectura con sede en Pekín y oficinas en Los Ángeles y Roma, MAD Architects, y se llama La Cabaña de Nunca Jamás (o The Never Hut). Se trata de una llamativa estructura con forma de platillo volante, sostenida por 3 «tentáculos» —suponemos que los arquitectos se refieren a 3 pilares, ocultos por cierto—, «elaborados con redes de pesca locales».
Según declaraciones del arquitecto Ma Yansong, fundador de MAD Architects —que leemos en la presentación del proyecto en su página web—, La Cabaña de Nunca Jamás «trata de capturar la libertad y la maravilla de la infancia», aunque sin dejar de contar con la comunidad, personas de todas las edades, a la que proporciona un espacio en el que «se reúna, reflexione e imagine lo que depara el futuro».
Será por eso que el diseño particular de La Cabaña de Nunca Jamás equilibra «narrativas culturales con una imaginación lúdica». Y es fácil ver la parte de la imaginación lúdica, aunque quizá no tanto la de las narrativas culturales. En todo caso, si así lo afirman sus arquitectos, inmersos en la milenaria cultura china, no vamos a discutirlo. De todas formas, es muy cierto lo que afirman a continuación, que la cabaña configura «un espacio que inspira la reflexión y las conexiones compartidas». Basta con echar un vistazo a algunas de las imágenes con que lo ilustran para convencerse de eso.
Pero todavía tienen mucho que decir, ya que aseguran que «el proyecto transforma un lugar que antaño fue un querido patio de recreo de una escuela primaria local». Con ello, MAD Architects rinde homenaje a los recuerdos colectivos de la infancia de la comunidad, es decir, de los mayores, mientras que con su acercamiento a los más pequeños llega a «insuflar nueva vida y propósito» al lugar.
Al degustar la presentación de La Cabaña de Nunca Jamás, quizá llegamos a entender la cuestión de las «narrativas culturales», pues se asegura más adelante en ella que la obra de diseño «se inspira en la arquitectura emblemática de la época de la dinastía Qing del pueblo de Yanqiao». Por cierto, que no lo habíamos dicho todavía: La Cabaña de Nunca Jamás se encuentra en dicho pueblo, distrito de Nanhai, ciudad-prefectura de Foshan, al sur de China. También aseguran en la misma frase que han encontrado inspiración en los «serpenteantes sistemas fluviales y el majestuoso árbol baniano de su entrada», pero entonces vuelven a abordarnos las dudas.
Lo indudable es que bajo sus amplios aleros, La Cabaña de Nunca Jamás ofrece un espacio circular a la sombra, para el descanso, la interacción y la conexión. Sus tonos brillantes y alegres contrastan con «el telón de fondo histórico, y forjan un diálogo vibrante entre pasado y presente». Amén. (Os dejamos a vosotros descifrar por qué han bautizado al proyecto de esa manera).
Fuentes: MAD Architects.
Fotografías: Tian Fangfang y Zhu Yumeng, vía MAD Architects.