La luz solar se clasifica según su dirección, intensidad y calidad, en el contexto de la arquitectura. Es importante tener en cuenta en el diseño de proyectos para el ocio y el turismo, como parques acuáticos y temáticos, hoteles y resorts, campings o incluso centros comerciales, los diferentes tipos de luz solar. De esa manera, nos veremos con capacidad para aprovechar al máximo la iluminación natural en esos proyectos. Con ello, lograremos ambientes agradables, estéticamente atractivos para visitantes y usuarios, eficientes en cuanto al consumo de energía y, por tanto, más sostenibles.

Cualitativamente, distinguimos los siguientes tipos de luz natural:

-Luz directa: la que llega directamente desde el Sol, sin obstáculos; es intensa y crea sombras definidas; se aprovecha para resaltar detalles, texturas y formas.

-Luz difusa: se trata de luz solar dispersa en la atmósfera, ya que llega mediatizada por el reflejo en diferentes superficies, como nubes, techos o paredes; no produce sombras marcadas, sino que llega a todas partes con intensidad similar; es agradable en interiores.

-Luz reflejada: es la luz solar cuando incide en una superficie y se refleja hacia otro lugar; llega al interior de los edificios después de que alguna superficie exterior, como edificios cercanos, pavimentos, agua, nieve o superficies claras, la redirijan sin que apenas pierda intensidad

-Luz cenital: es la que invade los interiores a través de aberturas en el techo, como tragaluces o claraboyas, de forma que incide desde arriba; es eficaz para proporcionar una iluminación uniforme y natural en espacios interiores.

-Luz filtrada: proviene de la interacción de la luz con elementos como persianas, cortinas, celosías o vegetación.