El agua dulce es uno de los recursos más valiosos del planeta, y su importancia crece al mismo ritmo que su escasez. De hecho, según datos de la ONU, más del 40% de la población mundial se ve afectada por ella. Y los países que sufren un mayor «estrés hídrico» se enfrentan al grave problema de la dependencia de la tecnología para el suministro del recurso vital.
Una de las tecnologías más utilizadas en áreas afectadas por el estrés hídrico que tienen acceso al mar es la de las plantas de desalinización. Aunque la desalinización es un proceso natural del ciclo del agua, métodos industrializados como la ósmosis inversa, la destilación solar, la electrodiálisis, la nanofiltración y otros, obtienen los mismos resultados.
Un ejemplo destacado del uso de estas tecnologías es Arabia Saudita. Este país cuenta con el mayor número de plantas desaladoras del mundo y está involucrado en megaproyectos que dependen de dicha tecnología para el suministro de agua.
Otra tecnología para la producción de agua potable es la conocida como Water From Air (literalmente, «agua procedente del aire»), que se lleva a cabo mediante generadores de agua atmosféricos (AWG por sus siglas en inglés). Estos capturan el aire ambiente, lo filtran, condensan la humedad y, después de una serie de procesos de purificación y mineralización, aportan el agua. Actualmente, existen en el mercado equipos compactos para pequeñas demandas y otros escalables y configurables para grandes necesidades de agua.
Dada la naturaleza de algunos de los proyectos que desarrolla, Amusement Logic afronta con el máximo cuidado la cuestión de la gestión del agua. Así, la compañía aplica diversas tecnologías para su ahorro, su reutilización y la optimización de su consumo.
Por Francisco Lozano, ingeniero MEP en el Dpto. de Arquitectura de Amusement Logic