El urbanismo táctico es una tendencia en planificación urbana que aplica en el espacio público intervenciones temporales, de bajo coste y a pequeña escala. Se trata de soluciones innovadoras, que conllevan acciones rápidas y experimentales para abordar problemas específicos de la ciudad. Estas primeras intervenciones hacen las veces de ensayo para la realización posterior de cambios permanentes en la fisonomía urbana. A través de ellas, se busca además fomentar la participación ciudadana.

Estos son los principios del urbanismo táctico:

  • Intervenciones temporales: como decimos, consisten en soluciones que se instalan y retiran fácilmente, con la flexibilidad suficiente para realizar ajustes y adaptaciones en respuesta a las cambiantes necesidades de la comunidad.
  • Eficiencia de costes: se ejecuta con materiales económicos y reutilizables para maximizar el impacto en el entorno urbano sin incurrir en gastos significativos.
  • Participación comunitaria activa: involucra directamente a los residentes locales en el diseño y ejecución de los proyectos, de forma que las intervenciones reflejen las necesidades y aspiraciones de la comunidad.
  • Escala reducida y objetivo enfocado: se implementa en áreas específicas y para problemas puntuales, de manera que sea posible llevar a cabo evaluaciones precisas de los resultados y adaptar rápidamente las estrategias.

El urbanismo táctico actúa poderosamente como campo de experimentación de nuevas ideas, para medir su impacto y recabar apoyos a la hora de hacer los cambios permanentes. Al mismo tiempo, este proceso adaptable y participativo ayuda a la evolución inclusiva y sostenible de las ciudades. En última instancia, es una forma de mejorar la calidad de vida en ellas.

Por Ángel Ibáñez Pérez, ingeniero MEP sénior en el Dpto. de Arquitectura de Amusement Logic