Published On: 01.03.2024|Categories: Noticias de la Empresa|Tags: |

La humedad, o cantidad de vapor de agua en la atmósfera, es un factor esencial para mantener una buena calidad del aire en el interior de los edificios. En términos generales, las normativas establecen un rango ideal de humedad relativa entre el 40% y el 60%, con algunas tolerancias que dependen de las características del edificio o de las condiciones exteriores.

Por ejemplo, un exceso de humedad prolongado (>70%) genera un ambiente insalubre, con condensaciones y aparición de hongos y malos olores, o de daños en maderas y pinturas. Por otra parte, niveles bajos de humedad (<30%) pueden causar sequedad de ojos, deshidratación de la piel e irritación de garganta, entre otras consecuencias.

Más allá del clima y la ubicación geográfica, las siguientes son las principales causas de anomalías en la humedad:

Capilaridad: es el fenómeno por el cual la humedad asciende desde el terreno, a través de los cimientos, hasta el interior de la vivienda.

Filtraciones: se producen cuando el agua penetra en el interior del edificio a través de canalizaciones, grietas, defectos en la impermeabilización, etc.

Condensación: ocurre en las circunstancias en que el aire ambiente, con alta humedad, entra en contacto con superficies frías, sobre las que se forman gotas de agua.

Precisamente, de las tres causas, la de la condensación es la que tiene una relación directa con los proyectos de ocio y turismo que desarrolla Amusement Logic, ya sean piscinas o parques acuáticos cubiertos. Así, en espacios públicos densamente ocupados, la respiración humana genera altas tasas de humedad, mayor todavía si se trata de lugares de gran actividad, como centros deportivos. Y en piscinas cubiertas climatizadas, el agua caliente se evapora, con lo que aumenta la humedad del aire y se producen condensaciones.

Para lograr el confort y bienestar de los usuarios y visitantes en espacios con tendencia a índices altos de humedad como los citados, es necesario prever soluciones de deshumidificación, a saber:

-Deshumectador termodinámico: este dispositivo utiliza la compresión del gas refrigerante para enfriar el aire y condensar la humedad; posteriormente, ese aire se calienta y se devuelve al ambiente sin tanta carga de humedad.

-Deshumectador con desecantes: se trata de un equipo que emplea un material desecante para absorber la humedad del ambiente y luego devolver el aire con menos humedad.

-Ventilación con recuperación sensible: esta es la solución más sencilla, ya que el intercambio de aire interior/exterior a través del recuperador deshumidifica y recupera energía. Sin embargo, solo es adecuada para exteriores fríos con baja humedad relativa.

Por Juan Carlos Soria, ingeniero MEP sénior en el Dpto. de Arquitectura de Amusement Logic

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