La arquitectura se convierte en un juego cromático. Formas en tonos coral, rosa y aguamarina enmarcan plataformas blandas como piezas de puzzle. El relieve de contornos y siluetas se despliega en niveles para gatear, saltar o deslizarse. La luz baña el espacio y activa los colores, mientras grandes círculos luminosos sugieren soles abstractos que estimulan la imaginación infantil.
Cada volumen es modular y ligero, fácilmente reubicable, de forma que el espacio se reconfigura a voluntad, según la edad o la dinámica del grupo. Cubos, cilindros y rampas de espuma tapizada se combinan para formar mini anfiteatros, túneles o pequeñas colinas. Una paleta de colores pastel evita la sobreexcitación y mantiene un ambiente agradable y equilibrado.

La propuesta se completa con detalles sensoriales: diferentes texturas que invitan al tacto, iluminación regulable que acompaña el ritmo del día y puntos de color puntuales que sirven de hitos de orientación. Todo se integra para que los pequeños descubran, interpreten y reinventen el espacio a cada paso.
Este diseño contemporáneo, por obra del Departamento de Diseño de Amusement Logic, se alía con los entornos pedagógicos: las formas primarias inspiran la creatividad, los colores sirven al bienestar y las superficies continuas y sin aristas garantizan la seguridad. Así, el escenario se hace coherente y lleno de posibilidades.
Por José María Reyes, diseñador en el Dpto. de Diseño de Amusement Logic