En el Departamento de diseño de Amusement Logic entendemos que el color es mucho más que una simple elección estética. Es un lenguaje simbólico que define atmósferas, evoca emociones y refuerza identidades en los espacios de la arquitectura. En esta ocasión nos alejamos de la neutralidad convencional para explorar combinaciones atrevidas que transforman el interiorismo en una expresión especial.

El uso del color en el diseño interior apela a la psicología del residente o usuario y a la intención del espacio. Un verde vibrante aporta frescura y dinamismo a una oficina, mientras que el dorado o los tonos cálidos enfatizan una sensación de lujo y exclusividad en un hotel de 5 estrellas.

En cada proyecto, seleccionamos paletas cromáticas que reflejan la esencia de la arquitectura y el contexto, que dialogan con los materiales, con la luz y con la geometría. En este caso, nuestra apuesta por la audacia cromática es una estrategia para potenciar la personalidad del espacio.

En los interiores comerciales, el color influye en el comportamiento de los clientes, estimula experiencias y deja una huella indeleble en la memoria. En espacios de trabajo, fomenta la creatividad y la productividad. En ámbitos residenciales, ayuda al equilibrio entre función y comodidad.

La elegancia de un interiorismo no radica tanto en la moderación como en la capacidad de asumir riesgos con sabiduría y precisión. Eso hacemos, combinamos diseño y conocimiento del color para crear entornos únicos que desafían la monotonía y hacen más habitable cada espacio.

Por Belén Jiménez, proyectista en el Dpto. de Diseño de Amusement Logic

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