Las Olimpiadas es quizá el evento deportivo más emocionante del planeta. Cada edición supera a la anterior, con una inversión creciente y recursos añadidos para hacer que sea aún más espectacular. Las ceremonias de inauguración y clausura son cada vez más innovadoras y sorprendentes. Aunque las escenografías son efímeras, se invierte un esfuerzo monumental en su creación para lograr espectáculos que quedan en la memoria de todos.

Una de las inversiones habituales en los Juegos Olímpicos es precisamente el diseño de elementos temáticos, los cuales deben capturar la imaginación de millones de personas en todo el mundo. La retransmisión de las Olimpiadas a través de la televisión amplifica el impacto de dichos elementos de tematización, de forma que la magnificencia de su diseño alcanza a una audiencia global.

Durante los Juegos Olímpicos, también se construyen espacios escénicos que deslumbran a los espectadores. Los circuitos de piragüismo que simulan ríos naturales, tematizados con rocas artificiales y cascadas, son un claro ejemplo. A menudo, algunas de estas instalaciones se construyen de forma definitiva, con lo que quedan como una infraestructura valiosa para la ciudad.

Por Pablo Vidal, arquitecto sénior en el Dpto. de Arquitectura de Amusement Logic

Imagen de portada: Agência Brasil – CC BY 3.0 BR