De las tradicionales tiendas de campaña al glamour de las casas burbuja.

Un reciente concepto vacacional entra con fuerza en la oferta de alojamiento tradicional, estamos hablando del “Glamping”, término que viene de la unión de “glamour” y “camping” para dar nombre al camping de lujo.

Bajo estas premisas, los huéspedes podrán disfrutar de una estancia en la naturaleza con todas las comodidades que proporciona un hotel de lujo (aire acondicionado, TV de plasma, decoración al más mínimo detalle, e incluso zonas de ocio acuático o de bienestar).

Este formato abre todo un abanico de posibilidades para aquellos amantes de la naturaleza que no están dispuestos a renunciar al confort y para quienes buscan turismo de lujo a un precio más económico o un tipo de turismo más experiencial. Y es que esta fórmula contenta a todos los públicos, desde familias que quieren disfrutar del contacto directo con la naturaleza, a parejas que quieren vivir la experiencia más romántica de sus vidas.

Dentro del Glamping existen diferentes tipos de alojamiento que varían en función de la zona geográfica en el que se encuentran: no se ofrece el mismo alojamiento en el bosque, que en el desierto o en la playa.

El camping de lujo sumerge al huésped en los bosques a través de sus cabañas, sus tiny houses o sus llamativas cabañas en los árboles que tanto atraen a los niños.

También en entorno arbolado e incluso en campo abierto, encontramos los tipis o tiendas tradicionales de los nativos americanos de estructura de madera y cubierta de tela, así como las tiendas de campaña (sin perder lujo de detalle) o caravanas glamping.

Si nos adentramos en los alojamientos menos vistos hasta ahora y que seducen más a los usuarios, los alojamientos estrella son las burbujas y las casas domo, impresionantes instalaciones que disponen de techos panorámicos para disfrutar de una noche estrellada en desiertos, playas o montañas. Otro tipo de alojamiento que está siendo todo un éxito son las ya conocidas cuevas, pero no a este nivel de acomodamiento, en las que se aprovechan las propias características geográficas para proporcionar una integración máxima con la naturaleza en unas lujosas instalaciones.

Sin lugar a dudas, la combinación de naturaleza y confort asequible, es una receta que no ha hecho nada más que despegar, así que seguiremos expectantes su evolución en busca del máximo valor experiencial.