El Departamento de Diseño de Amusement Logic avanza una de sus propuestas, un sistema modular de bancos públicos que transforma muelles, paseos fluviales y plazas abiertas en «islas de color». Los asientos serpenteantes, tapizados en bloques de verde, naranja y violeta, se engastan en plataformas de hormigón blanco como piezas de un puzle orgánico. Su trazo geométrico replica el flujo peatonal y, al mismo tiempo, produce rincones íntimos para leer, charlar o simplemente contemplar el agua y el paisaje. La vegetación mediterránea —olmos de copa ligera y jardines de vivaces— se integra entre los módulos, para proyectar el beneficio de la sombra e impregnar el aire de un suave filtro aromático.
El resultado es un equilibrio milimétrico entre paisaje y funcionalidad urbana: líneas puras y materiales de calidad dialogan sin estridencias en el espacio público. Cada curva favorece la ergonomía; cada unión oculta la posibilidad de reconfigurar el conjunto a voluntad y adaptarlo a eventos, mercadillos o actividades culturales. Son islas de color, piezas de un paisaje habitable que convierten el margen de la ciudad en un salón al aire libre. Un diseño que demuestra que la sencillez, aliada del color y adaptada a las personas, es una forma de lujo colectivo.