Nigeria, con unos 220 millones de habitantes, es el país más poblado de África y el séptimo país más populoso del mundo. Su población, mayoritariamente urbana, o un 54% de su total, es relativamente joven, ya que aproximadamente el 74%, según estimaciones de 2020, tiene entre 5 y 49 años de edad. Al mismo tiempo, una clase media floreciente, en constante crecimiento, conquista nuevas capacidades adquisitivas. Finalmente, los habitantes de Abuja, capital de Nigeria, disfrutan de un poder adquisitivo relativamente mayor respecto del resto de ciudades y territorios del país. Este es precisamente el prometedor contexto socioeconómico que los promotores consideraron oportuno para el desarrollo de un nuevo parque acuático. Y para ello contaron con el apoyo y la experiencia de Amusement Logic. Hablamos de Sunrise Waterpark.

Diseño de un plan maestro y un proyecto ejecutivo con criterio

Efectivamente, Sunrise Waterpark, cuya construcción se realizó de acuerdo con el plan maestro y el proyecto ejecutivo que Amusement Logic proporcionó a sus promotores, abrió al público en la capital de Nigeria el pasado mes. La compañía materializó los planes maestro y ejecutivo, y por ende su diseño, según cuatro criterios fundamentales, a saber: eficiencia en la ocupación del terreno; claridad en la distribución de actividades; una tematización suave pero atractiva con un uso eficaz de recursos; y opciones de desarrollo del parque a lo largo del tiempo, conforme cumpla con las hipótesis de mercado. El resultado está a la vista de todos, nigerianos y habitantes del mundo, en los aledaños de Abuja. Pero veamos en qué consistió el trabajo de diseño de Amusement Logic.

Diseño orientado a la ocupación eficiente del terreno

El terreno dedicado al parque acuático, con una superficie cercana a las 9 ha, presentaba una fuerte pendiente hacia el este y el noreste. En estas condiciones, el equipo de diseño de Amusement Logic consideró que su acceso natural debía encontrarse en el suroeste, es decir, en una posición elevada aunque intermedia. En esa cota se situó por tanto el aparcamiento, la plaza de bienvenida y los edificios de entrada y recepción del parque acuático. La configuración de este edificio principal en diferentes niveles permitía precisamente un uso optimizado del espacio (que alberga comercios, vestuarios, taquillas, restaurantes, etc.).

A partir de este punto de entrada en el suroeste, el diseño ya solo debía concentrarse en la utilización de la pendiente en beneficio del proyecto. Con ello, el equipo de diseño propuso la instalación de las atracciones en varias terrazas, aunque con diferencias de altura entre ellas lo más bajas posible. De esa manera, el diseño minimizaba la inversión en movimiento de tierras, al tiempo que disgregaba los espacios en una ilusión óptica que incitaba a los visitantes a la aventura y la exploración.

Diseño con clara distribución de actividades

Amplios caminos vertebran el interior del parque acuático y conducen a los visitantes sin titubeos hasta las principales zonas de actividad, donde suelen hacer base para dejar sus pertenencias y reunirse después con amigos y familiares. Y esas zonas de actividad se distribuyen en dos grandes terrazas, alternativamente sobre la central de recepción y bajo ella: en la terraza inferior se encuentra la zona infantil, el río lento, la piscina de olas y las piscinas de adultos; por su parte, el grupo de toboganes, atracción principal de cualquier parque acuático, se sitúa en la terraza superior, alejado físicamente de las zonas de baño más tranquilas, en las terrazas inferiores.

La altura de estos toboganes acuáticos, que se suma a la cota máxima de la parcela, hace de ellos un hito visual de llamada, tanto dentro del parque como en los alrededores urbanos. En cambio, el área dedicada a los niños, uno de los motivos más poderosos de asistencia al parque entre visitantes y familias, se sitúa distintamente en lugar destacado. Es lo primero que ven los visitantes al cruzar la terraza central, donde se encuentra la recepción y los edificios de bienvenida. Y en torno a esa zona infantil giran el río lento y los restaurantes. Al fin y al cabo, las familias prefieren descansar sin perder de vista los juegos infantiles.

Diseño de tematización para uso eficaz de recursos

La tematización hace del parque acuático un lugar único, como si se vistiera con un traje hecho a medida y fuera de serie. De esa manera, se convierte en un elemento conspicuo que atrae tanto los dedos índices como las miradas y que es, por tanto, una de las principales claves de su éxito. En ese sentido, la propuesta del equipo de diseño de Amusement Logic diferenciaba e identificaba Sunrise Waterpark, mediante un uso consciente de recursos económicos, para su presentación y, sobre todo, su permanencia en sociedad. Así, las líneas bien definidas de los espacios y caminos, de los muros y terrazas, de las atracciones, se visten de largo con un carácter de fiesta y motivos étnicos surgidos del arte local. Paisajismo, diseño y tonos vivos se conjuran en la tematización de Sunrise Waterpark.

Diseño del parque acuático con mirada de futuro

Por último, a través de una serie de cálculos y estudios de las principales cifras del proyecto, el equipo de diseño de Amusement Logic resolvió que su primera fase debía ocupar unas 3,3 ha de la parcela total. El resto del terreno se destinaría a aparcamientos y otros servicios, en parte, y, en parte, a futuras ampliaciones. Con todo, el diseño de Sunrise Waterpark, determinado así con perspectiva de futuro, garantizaba a los promotores las siguientes ventajas:

–Riesgo mínimo de capital, con margen para analizar los resultados obtenidos a lo largo del tiempo y, en general, tomar decisiones con conocimiento de causa (como, por ejemplo, impulsar las actividades más rentables).

-Posibilidades de renovación futura del parque acuático, cuestión que redunda en la oportunidad de recrear la experiencia de los visitantes con nuevas atracciones, lo que favorece la repetición de visitas. Al mismo tiempo, dicha renovación sirve inmejorablemente a los objetivos de publicidad.